Visceral el gobernador de Veracruz, piensa y habla con el hígado

Por: Luis Alberto Cárcamo / Noticiaspapantla

PAPANTLA, VER.- Cuando un Gobernante de estado se deja llevar por el coraje y la falta de tacto, sobre todo falta de diplomacia, su acción visceral se tornará adversa, más aún cuando ni siquiera pertenece a la clase de política de alcurnia, de militancia y filiación del Partido Político que lo llevó al poder, sea de una u otra manera, le debe respeto tanto a la institución política, a sus personajes y actores políticos de renombre.

Denostar a políticos en actos públicos, lo llevan a actuar de manera visceral, demostrando que de política no sabe nada, más que de insensatez, bipolaridad y arrogancia, queriendo marcar una dictadura que no tiene.

Se podría considerar el ocaso de un débil gobernante, que busca en su última etapa llena de arrebatos, fuera de todo contexto político, demostrar que puede herir y señalar, aun cuando la podredumbre lo hunde día a día. Es esa vorágine la que antecede la caída del gobernante en turno, tal y como es el caso del Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.

El mandatario veracruzano, al querer exhibir a un Senador de gran trayectoria política, con infinidad de cargos dentro de su partido, sobre todo dentro de la función pública, sólo demostró que Héctor Yunes Landa, tiene más educación que el propio gobernador al recibir el regalo que le obsequiaba en ese momento pero que más tarde se lo regresaba, de manera educada, al final el exhibido fue propio gobernador en turno, siendo esto para muchos el mensaje muy claro: está derrotado desesperado y acorralado.

Habría que recordar que a últimas fechas el gobernador del estado de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, ha sido el blanco de señalamientos directos e indirectos, las señales del altiplano parecieran que están teniendo el resultado deseado, al final ya debe saber que solo gobierna o pretende gobernar o peor aún, creyó gobernar el estado de Veracruz, olvidando que hay un personaje más poderoso que su envestidura, emanado de su mismo partido, el PRI, contrario a él, el Presidente de la República, quien tiene carrera política y se ha forjado dentro de las filas tricolor, por lo que no se pueden comparar las carreras de estos dos personajes.

Los que solos llegaron, solos se irán

Como el Gobernador del Estado, Javier Duarte De Ochoa, llegó sin ser del PRI, lo que ha acontecido es parte de ese final, se vendrá quedando solo poco a poco, con sus según “amigos”, los verdaderos priistas, al final del camino cerrarán filas dejando solo al gobernante en turno, esto nos recuerda a la caída del imperio romano en manos de Julio César, donde el Senado lo llevó al abismo… algo similar sucede en el estado de Veracruz… Si con uno no podía, ahora con tres Yunes menos, se cumplirá la profecía azul, ¿habrá juicio político para el gobernante en turno?.

Su llegada al poder fue una imposición de la acaudala familia Borunda Quevedo, un pago de facturas, de las que hoy el Estado de Veracruz sufre las consecuencias de las improvisaciones, el gobernador se va, deja deudas y más deudas, un alto índice de criminalidad, su plan de seguridad llamado fuerza civil no le ha dado los resultados esperados, vuelven los tiempos de desapariciones a ojos vistos, sin tacto e inteligencia.

Ni siquiera durante la llamada guerra fría desaparecía la gente en pleno día, actuaban en la clandestinidad, debieran tomar clases de inteligencia y contra-inteligencia, sobre todo los métodos del mimetismo les resultaría básico, pero no, prefieren actuar bajo la ley del garrote, del miedo, miedo que se puede revertir y prender focos rojos en todo el estado como ya se empieza ver.

¿Ahora quién?, esa es la pregunta a quién tratará de imponer el Gobernador del Estado, acaso algún diputado federal se atreverá a desafiar y contradecir al señor Presidente de la República?, y como ya se va, le aplicarán la de “muera el rey, viva el rey”… ¿Se arriesgará algún diputado a prestarse al juego sabiendo que la congeladora está a punto de abrirse, para aquellos que no se disciplinen?, ya lo dirán los Ecos del Tajín.

Visceral el gobernador de Veracruz, piensa y habla con el hígado