Debe frenarse la llamada Reforma Política de la Ciudad de México. LOPEZ OBRADOR

Es anti democrático que Peña, Beltrones, Gamboa y Mancera sean los que designen a casi la mitad de los diputados constituyentes y no sea el pueblo el que los elija. ¿Qué acaso no deben ser representantes populares?
Es una vil imposición, un retroceso indignante. Nos remonta a cuando Hernán Córtes, en Veracruz, el 20 de julio de 1519, se auto nombró Capitán General de la Nueva España.
Además, ¿por qué 100 diputados constituyentes? ¿Para qué más gasto y tanta burocracia dorada? En la Cámara de Diputados hay 500 diputados, de los cuales 480 están al servicio de la mafia en el poder, solo 20 representan al pueblo.
En este asunto, mi propuesta es que el pueblo elija a todos los diputados constituyentes, que no haya ni imposición ni otra elección, que hagan la Constitución quienes resulten electos del actual proceso electoral.
También debe reducirse el número de legisladores, con disminución de sueldos y la desaparición de gastos superfluos.
Por lo demás, la Reforma Política debe consistir, básicamente, en darle a la Ciudad de México el mismo trato que tienen las otras entidades federativas.

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